una dedicación de sus seguidores a la tarea de la evangelización del mundo. Debemos tomar su lugar en este mundo (Juan 17:18). ¡Qué tremendo privilegio y qué gran responsabilidad! Es algo que nos deja humildes darnos cuenta que Jesús nos ama como el Padre le ama a él (Juan 15:9; 17:26), y que estamos en el Padre tal como él lo está (Juan 17:21–22). Igualmente nos deja humildes darnos cuenta que nos ha enviado al mundo tal como el Padre lo envió a él. Cuando estaba a punto de ascender al cielo de
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